Ciertamente no me he sentido listo para escribir sobre la obra más importante de Bram Stoker, para eso ya habrá un tiempo mejor. Sin embargo, sí puedo hablar de algunos de sus cuentos, en lo que encuentro el valor para hablar de su novela clásica. Lo siguiente será algo así como una sinapsis, pues temo que si escribo de más, pueda quitarle el encanto a los tres cuentos que elegí.
Comenzaré con un cuento llamado "El sueño de las manos rojas", publicado el 11 de Julio de 1984. La historia es narrada por una persona que conoció a Jacob Settle, un tipo con un aire melancólico y con mirada atormentada. A pesar de esa condición solitaria, era una persona muy servicial y amable, dentro de lo que le permitía su modesta economía. El narrador nota esa conducta y su visible desgracia, así que decide animarlo un poco y trata de encontrar como charlar con él. El pretexto al comienzo eran los libros que el narrador prestaba a Jacob para su entretenimiento, notando al poco tiempo que entre ellos se entablaba una amistad y una confianza mutua Un día el narrador visita a Jacob en su casa, solo para encontrarlo tirado en su cama con una expresión de terror y dolor. Jacob parecía estar sufriendo bastante y, luego de un tiempo, logró tranquilizarse para resolver las dudas que tenía el narrador sobre su condición y salud. Jacob entonces le relata que sus pesares son provocados por una pesadilla.
El siguiente cuento es "La Squaw", publicado en una edición navideña de un periódico de Londres en 1893. Trata sobre una pareja que viaja con motivo de su boda y que en el camino se encuentran con el norteamericano, Elias P. Hutcheson, con quien deciden compartir el viaje. Elias es un personaje muy alegre y extrovertido, cosa que agrada a la pareja, proveniente de Europa. Decidiendo como destino la Torre de las Torturas, se toman un descanso de camino. Ahí ven a una gata y a su cría, lamentablemente Hutcheson decide jugar una broma a los felinos que termina muy mal. Ahora tienen a una perseguidora, que los seguirá hasta el final de su viaje.
Por último hablaré de "La casa del juez", que había mencionado con anterioridad en otra entrada, aunque solo de forma fugaz. Es un cuento que trata sobre un joven estudiante que busca aislarse para poder entregarse a sus estudios, por lo cuál decide rentar una casa abandonada en un pueblo apartado. Al enterarse de la casa que desea rentar los pobladores le hacen la amable recomendación de no pasar la noche en tan escabroso lugar. Según la leyenda, la casa está encantada por el espíritu de su antiguo dueño, un juez despiadado que mandó a la horca a muchos hombres. Nuestro personaje decide pasar por alto las advertencias y rentar la casa, para descubrir que no todo lo que dicen las leyendas es mentira.
Hay otros cuentos y novelas de Stoker que son muy interesantes y, cuando pueda, hablaré de ellos. Por ahora me retiro satisfecho, sabiendo que he mencionado tres cuentos muy buenos de un autor del que la mayoría solo conoce un libro. Lean más de Stoker, que su trabajo merece un poco más de dedicación.
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