Invariablemente los zombis son seres de ficción que
gustan a la gran mayoría. En tiempos recientes la crítica no le suelen tener
mucho afecto, salvo algunos casos específicos, como por ejemplo, del que
voy a hablar hoy.
Para el año de 1968 George A. Romero, junto con un
grupo de amigos, realizaron una película de horror, con muy bajo presupuesto y
con personas de la localidad que querían actuar. Me refiero a la popular
película "La noche de los muertos vivientes". Dicha cinta tuvo dos
méritos importantes, el primero era hacer una crítica social a la familia
americana y el otro fue reinventar a los zombis completamente. Para reforzar lo
dicho me apoyaré de la siempre confiable Wikipedia que nos otorga esta lista
con las características que nos dejó Romero del zombi cinematográfico:
- El fenómeno zombi ya no es algo local, sino una
plaga imparable de proporciones bíblicas.
- Nadie controla a los zombis que no son sino
muertos que han vuelto a la vida.
- La única motivación de los zombis es alimentarse
con la carne de humanos vivos.
- Su capacidad de raciocinio es muy limitada, si
bien utilizan rudimentarios instrumentos (el primer zombi de La
noche de los muertos vivientes trata de romper el cristal de un
coche con una piedra).
- Su peligro no reside en su inteligencia ni en su
velocidad, sino en su número y en su voracidad.
- El motivo de esta resurrección masiva de los
muertos no es importante y ha variado de una película a otra, siendo a
veces la radiación de un arma nuclear o la fuga de una sustancia química
de uso militar, algún virus o simplemente la llegada del Juicio
Final.
Teniendo en cuenta lo anterior podemos darnos cuenta
de que los zombis contemporáneos son gracias a éste hombre. Hablando netamente
de la película, se resume en lo siguiente: Bárbara y su hermano van a visitar a
su madre muerta a un cementerio en alguna zona rural, de pronto son atacados
por un hombre que provoca la muerte del hermano de Bárbara y si la persigue.
Ella llega a una casa aparentemente abandonada, solo para verse víctima de otro
ataque, es entonces cuando Ben (un héroe afroamericano) llega a socorrerla, y
juntos se refugian en la casa cuando esta está libre de monstruos.
Posteriormente se enteran de la presencia de otras personas resguardadas en el
sótano de la casa y el resto de la cinta es un torbellino de pleitos internos e
ironías.
Dentro de las críticas sociales podemos ver la
descomposición de la familia americana, reflejada en los Cooper y la escena de
la hija devorando a su madre y matando a su padre. También la resonancia con
los asesinatos de Martin Luther King y Malcolm X, ocasionada por un héroe negro
y su desenlace al final de la cinta. Sobretodo podemos ver que es una
representación muy acertada a lo que le ocurriría a la mayoría de la gente si
enfrentáramos un problema así.
Sin más que decir, debo dejar esto por ahora. Romero
entregó otras cintas que complementan el cine de zombis, pero ya hablaremos de
ellas luego. La recomiendo para amantes los zombis, como el filme de culto por
excelencia en el género.
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