Si bien, Lewis no escribió la primera novela gótica de la historia, podemos decir que sí hizo otra cosa muy osada para su época. Contemporáneo del Marqués de Sade y de Lord Byron, Matthew Lewis (quienes dieron su visto bueno a su primera obra) fue un escritor, dramaturgo y político del Reino Unido. Monk (como lo conocían sus allegados) escribió en tan solo diez semanas la novela que nos ocupa el día de hoy y la publicó antes de cumplir los veinte años. Hablamos de nada más y nada menos que de "El monje", de 1796.
Bien recibida por la mayoría del pueblo, mal querida por los intelectuales británicos, que lo tacharon de vulgar, motivo que lo llevó a una publicar una segunda edición más "ligera" dos años después. La novela tiene bastante en su contenido, cosas que no eran bien vistas para ser tema de conversación. Mencionaré a grandes rasgos la trama, pero probablemente deje muchos cabos sueltos y es que la narrativa presenta la historia de una forma no lineal, para que el lector pueda hacer conjeturas no siempre tan acertadas. En Madrid, un monje con una profunda devoción a su sotana y su dios es foco de atención por sus elocuentes y acogedores sermones, entre los presentes se encuentran Antonia y su tía, mujeres que llegan a la localidad en busca de renovar una pensión a la que Antonia es merecedora. Antonia queda fascinada por el discurso del monje Ambrosio. Él cree que no hay modo de ser corrompido, hasta que se ve seducido por las pasiones de la carne. Las nuevas convicciones del monje lo llevaran a quebrantar sus votos y poner en evidencia su malignidad. Tomando como arco argumental una antigua leyenda sobre una monja fantasma, se nos introducen a personajes de peso en la historia, que representan obstáculos para los planes del monje, que cada vez cae más profundo en el abismo de sus pecados.
Seguramente no habré captado su atención con esa pequeña sinapsis, por lo que ahora mencionaré los múltiples temas que toca Lewis en su obra. Pactos demoniácos, violaciones, incesto, castillos embrujados, el judío errante y una crítica a la Inquisición Española y a la intachable vida de un clérigo. Mucha hipocresía se puede leer en éste libro, vida sexual dentro de monasterios, blasfemias, conventos que guardan mucha brutalidad entre sus muros. Ambrosio representa a la corrupción del alma, pues en varias ocasiones se puede ver una actitud de penitencia hipócrita (hoy en día eso no suena raro, hablando del catolicismo). Ahora es más fácil ver porque tuvo que ser suavizada en su tiempo.
Casi docientos años después, "El monje" fue evaluado por el surrealista Breton, diciendo que es el mejor exponente de la narrativa gótica y del romanticismo en general. Lovecraft, en su libro "Horror en la Literatura", comenta lo siguiente: "El horror alcanza en literatura una malignidad nueva con El monje... una obra maestra de viva pesadilla cuyo carácter gótico está sazonado con cantidades adicionales de elementos macabros... la novela contiene descripciones sobrecogedoras...". Sus contemporáneos Byron y Sade, como ya comenté, también tuvieron a buen ver el trabajo presentado en "El monje". Es una cita obligada para el literato de horror, con la garantía de que otros maestros de la literatura universal lo consideran bueno. Yo la nombraría magnifica y los invito a leerla.
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