Shelley - El moderno prometeo


Tal vez me he dejado llevar por el común de las obras de renombre en el género y en su gran mayoría he leído literatura escrita por caballeros. Omitiendo casi por completo el toque femenino que tan felices nos hace. No me considero machista pues no dudo del potencial que las mujeres representan en el mundo, en cada ámbito y menos dudo de lo que pueden ofrecer al mundo. En la literatura, que es lo que más me ocupa hay una mujer que encantó mi corazón con una novela gótica que figura entre las obras literarias más importantes de la historia.
Mary Shelley fue una mujer que vivió en el siglo XIX y que, con su esposo y su hijo, durante unas vacaciones en Ginebra se vio obligada al claustro debido al mal clima en casa de su amigo, el poeta Lord Byron. Para sobrevivir al aburrimiento Byron propuso que cada quien escribiera una historia de tinte sobrenatural y gracias a un sueño de Mary, la idea de Frankenstein tuvo lugar y fue escrita.



Lo que comenzó como una historia corta, terminó siendo, gracias a la ayuda de su esposo, lo que hoy todos conocemos como Frankenstein o El moderno prometeo, la primera novela de la señora Shelley.
Publicada en 1818, se convirtió en un referente de la literatura de horror de una manera sorprendente y, dicho sea de paso, también la que se considera la primera novela de ciencia ficción. La obra es muy variada en lo referente a los temas que profundiza, tales como la moral científica, el hombre queriendo igualar a Dios, venganza de la creación hacia su creador (que definió un fenómeno llamado "El Síndrome de Frankenstein", aunque ya se había visto antes en el folklore judío). Además de estos aspectos, existe otra cosa que enriquecen la historia. Me refiero al punto de vista del humano y del monstruo que, sin dejar de ser válidos en sus argumentos, no imponen de forma absoluta ante el lector su veracidad, dejando una sensación de arbitrariedad que no deja decidir quien es el villano.



Tampoco hay mucho que decir, puesto que es un obra de notoriedad mundial y apoyada por el cine ha construido un legado innegable. Hablando del cine, cabe hacer un par de acotaciones. Primero, no hay ningún ayudante jorobado que asista a Victor Frankenstein para crear al monstruo, como nos hicieron creer, al igual que el final no es en el molino quemado y, sobre todo, el monstruo no tiene un nombre definido. Si no me equivoco es gracias a Universal Pictures que tenemos la imagen más representativa del monstruo (el hombre alto con tornillos en el cuello). Además de esos datos creo que no tengo nada más que aclarar, salvo que el subtítulo de la obra se refiere al mito griego que dice que Prometeo desafió a Zeus en beneficio del hombre, al robarle el fuego de los dioses para darlo a los humanos, así como Victor desafía a Dios queriendo crear vida con sus propias manos.


La narrativa, propia de la época, no es muy dura y al contrario, resulta muy disfrutable y digerible, por lo cuál es un libro que fácilmente te atrapa y te lleva de la mano en un va y ven de emociones. Razón por la cuál espero la oportunidad de poder leer más cuentos de la autora ya mencionada, porque Frankenstein es uno de mis libros favoritos, sin lugar a dudas.
Los invito, después de este texto que no le hace justicia de ningún modo, a leerlo. Seguro lo encontrarán agradable.



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